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Compuestos orgánicos volátiles (COV): Consecuencias en el ambiente

La quema de combustibles como el carbón, la gasolina, la madera, el gas o productos cotidianos como los de limpieza o aseo personal, las pinturas, el calzado, el metal… o incluso el humo del tabaco, son algunos causantes de la presencia de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) en el aire que respiramos
Estos, se unen a la ya amplia generación de metano en la atmósfera que emiten las granjas de ganado o la descomposición natural de la materia orgánica que disparan los niveles de estos COVs en la atmósfera y en nuestro entorno cotidiano.  

¿Qué son los Compuestos orgánicos volátiles (COV)?

Los COVs son sustancias que contienen carbón de origen orgánico, se pueden encontrar de forma gaseosa en el aire. Entre los COVs se encuentran hidrocarburos, aldehídos y ácidos orgánicos, alcoholes, disolventes, combustibles líquidos, sustancias sintéticas y compuestos orgánicos que se forman en procesos biológicos.  

¿Dónde se encuentran los COVs?

Los COVs los podemos encontrar en pinturas y barnices con base disolvente, pegamentos, disolvente, dispersantes, agentes desengrasantes y limpiantes, en su forma natural se encuentran en disolventes biodegradables, emisiones generadas por vegetales. También es posible encontrarlos en actividades industriales como en las del calzado, la siderúrgica, de madera, cosmética, farmacéutica … en conclusión en cualquier actividad en donde se emplee disolvente orgánico

Problemas medioambientales generados por los COVs

Combinados con otros contaminantes atmosféricos como el óxido de nitrógeno, y en contacto con la luz solar, son los causantes del llamado ozono troposférico, un exceso de presencia de ozono creado de manera artificial que se convierte en un elemento tóxico presente de manera constante en la atmósfera.
 
Este efecto es a lo que han llamado smog fotoquímico y, aunque el nombre puede que no te suene, seguro que lo has visto alguna vez. Se trarta de esa neblina oscura que cubre las ciudades, especialmente las grandes capitales y que puede apreciarse solamente cuando se vislumbra desde la distancia. Ese humo negro está cargado de este tipo de sustancias volátiles que son dañinas para la salud y que respiramos de manera habitual, sin saberlo.  
 
Respirar continuamente ese humo cargado de COVs, puede tener efectos nocivos para la salud, que ahora te explicamos.

¿Cómo afectan a la salud los compuestos orgánicos volátiles?

Debemos tener en cuenta que la mayoría de COVs tienen presencia de elementos como el metano, el etano, el propano, el benceno o el etileno, entre otros. Muchos de estos elementos tienen cualidades como la capacidad de almacenarse en los tejidos grasos del cuerpo humano, pueden ser inflamables o tóxicos.
 
Este tipo de características en contacto con el cuerpo humano pueden derivar en problemas de mayor o menor calado, según el compuesto que entre en contacto con la persona, la cantidad de este que se inhale y la prolongación en el tiempo de esta exposición:
 
Entre los efectos a corto plazo están:  
  • La irritación de los ojos, de la garganta o de la nariz.
  • Náuseas que pueden derivar en vómitos, incluso de sangre.
  • Dolores de cabeza y mareos.
  • Hinchazón o reacciones alérgicas.
  • Dolores estomacales y diarreas.
  • Fatiga.
  • Manchas en la piel.

Una exposición excesiva o muy prolongada en el tiempo, podría derivar en los siguientes problemas: 
  • Daños en el hígado y riñones.
  • Daños en el sistema nervioso central
  • Aparición de algún tipo de cáncer.

Por tanto, sabiendo que son elementos que están diariamente en contacto con nosotros, y que pueden suponer un daño para nuestra salud a corto y largo plazo, veamos de qué manera puede el ser humano evitar la aparición de estas sustancias en la atmósfera.

¿Cómo podemos reducir la emisión de Compuestos Orgánicos Volátiles a la atmósfera?
 
La manera más eficaz de reducir la emisión de COVs de origen artificial a nuestra atmósfera es un cambio en el modelo productivo actual. A nivel político y empresarial existen medidas gubernamentales de sobra conocidas a las que se acogen numerosos países comprometidos con revertir el cambio climático mediante la reducción de las emisiones. Por ello, mientras el modelo industrial y de producción no evolucione, la monitorización de las fuentes de emisiones, conocer su comportamiento y el tratamiento de estos componentes que son enviados a la atmósfera es esencial.
 
A nivel individual también hay acciones que cada uno puede llevar a cabo para reducir este tipo de emisiones al aire que respiramos. Muchos de los productos que consumimos diariamente poseen materiales que son causantes de la emisión de COVs.
 
No se trata de renunciar al modelo actual de vida que disfrutamos, si no de pequeños cambios de concienciación, como el reciclaje de los materiales, el consumo de alimentos naturales no envasados, el uso responsable de los artículos de higiene, el consumo local que evita los desplazamientos y el consiguiente consumo de hidrocarburos, el uso del transporte público o compartir el coche para ir al trabajo… pequeños gestos que, sumados, hacen un gran cambio.  
 
Actualmente hay muchas maneras para poder controlar y tratar los COVs,  
 
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