Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para mejorar la calidad de vida del ciudadano

Debido a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, muchos municipios españoles, la mayoría de más de 50 mil habitantes, deberán establecer zonas de bajas emisiones (ZBE) antes del 2023. Estas zonas son partes del municipio donde se restringirá el acceso, circulación y estacionamiento de vehículos.
En este contexto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene un anteproyecto de Real Decreto por el que se regularán las ZBE, todo ello con el fin de mejorar la calidad del aire, el medio ambiente sonoro de nuestras ciudades, la salud de la ciudadanía y la calidad de vida urbana, así como a mitigar el cambio climático e impulsar una movilidad más sostenible. La principal pregunta que subyace de este nuevo marco jurídico es, ¿En qué nos afecta a los ciudadanos y administraciones públicas? La respuesta podría resumirse en 2 puntos principales:
  • El primero, garantizar desde el punto de vista jurídico la implantación de las ZBE. Es necesario afianzar los criterios para definir estas zonas y evitar situaciones como la del Área Metropolitana de Barcelona, donde el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló la Ordenanza de Bajas Emisiones del Ayuntamiento de Barcelona por falta de informes técnicos que avalen ciertas restricciones.
  • El segundo, debemos cerciorarnos  de que la implantación de la ZBE no produzca problemas de calidad del aire en otras partes del municipio. Y además de esto, cuantifiquemos  previamente a la implantación la reducción efectiva del objetivo de mejora de calidad del aire producida por las zonas de bajas emisiones. Esta parte es esencial, puesto que su diseño deberá estar basado en modelizaciones numéricas (simulaciones con modelos de dispersión), debido a que ningún sistema de evaluación de la calidad del aire regulado es capaz de analizar previamente esta situación desde el punto de vista temporal (antes vs después de la ZBE) y espacial (en todo el municipio).

Para este último propósito el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha adjudicado antes del verano 1.000 M€ a 170 municipios, de los cuales el 11% de las ayudas se destinan a financiar proyectos de implantación de las ZBE y 30 actuaciones complementarias para su puesta en marcha o refuerzo de las ya existentes. Una segunda remesa de 500 M€ se ha aprobado recientemente para presentar proyectos nuevos y “repescar” a ayuntamientos que no han podido acudir a la primera convocatoria.

Desde esta perspectiva, la metodología propuesta por SUEZ está fundamentada en el cumplimiento estricto de la legislación sobre calidad del aire y acústica, y por tanto que su establecimiento se ajuste a derecho en cuanto a la normativa actual de calidad del aire, cambio climático y ruido ambiente. Esta metodología es la siguiente:
  1. Medir la composición del tráfico, velocidades, clasificación por tipología de vehículos de acuerdo con sus características técnicas y etiqueta ambiental y modelizar el tráfico rodado para conocer los flujos. Será necesario conocer las características de nuestro parque móvil para poder virar hacia un cambio modal de transporte más sostenible. Y este cambio necesita del conocimiento previo acerca del tipo de vehículos que circulan por el municipio y por la futura ZBE.
  2. Modelizar la calidad del aire del municipio antes de la implantación de la ZBE.
  3. Delimitar las ZBE a partir de los datos anteriores: las zonas con mayor polución, la mayor densidad de población, las características de los vehículos que transitan la zona, etc. No olvidemos que son medidas orientadas a mejorar la calidad del aire, la reducción de GEI y promover un cambio de paradigma en cuanto a la movilidad.
  4. Generar escenarios de movilidad/emisión con las ZBE establecidas y calcular la reducción de emisiones/inmisiones.
  5. Validar el sistema de modelos de calidad del aire según el RD 102/2011.
  6. A partir de los distintos escenarios, estudiar que, bajo las nuevas condiciones generadas con la futura implantación de la ZBE, no se producirán impactos en otras zonas del municipio.
  7. Una vez implantada la ZBE, medir la calidad del aire en los puntos conflictivos previstos en el punto 6 y las ZBE, instalar sistemas de control de acceso a las ZBE y regular el tráfico rodado en base a los niveles de calidad del aire.